El libro cuenta la historia de una futura sociedad sometida
por el poder de la política, la censura y la manipulación de los medios, un
sistema totalitario donde la población es controlada hasta tal punto que pensar
sobre un crimen es un crimen en sí castigado severamente.
Para llevar a cabo este regio control sobre los habitantes,
en cada casa, edificio, calle, en cualquier lugar público o privado, existe un
"pantalla" a través de la cual siempre hay alguien observando, por lo
que cualquier actividad sospechosa, aún siendo en el propio hogar, queda
descartada por el miedo a una severa represalia.
El miedo, ese es el motor que hace girar el engranaje
principal de este mundo distópico libre de revueltas, motines o crímenes (al
menos por parte de la ciudadanía).
Todo este gobierno esta encabezado por una figura sin
nombre, con una cara muy común que esta en todas las paredes allá a donde vayas
recordándote que no eres el dueño de tus propias acciones, y que simplemente es
conocido como El Gran Hermano.
El objetivo principal del libro es describir una sociedad
hacia la que se estaba dirigiendo la propia sociedad del autor, el eje
conductor para mostrarnos el infierno en el que se ha convertido el mundo será
Winston Smith, un trabajador más del Partido, el órgano encargado de dictar la
justicia impuesta por el Gran Hermano.
La acción se desarrolla en Londres, que ahora forma parte de
Oceanía, una de las tres grandes superpotencias junto con Eurasia y Asia
Oriental, que gobiernan el mundo y que están en un constante estado de guerra
entre sí que ayuda a mantener controlada a la población a través del miedo y
las privaciones. Al tener un enemigo común no habrá guerra dentro de las
fronteras del propio estado...
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